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Triunfar en repostería no tiene por qué ser sinónimo de preparaciones complicadas o ingredientes sofisticados. Un bizcocho tierno y esponjoso, de los de toda la vida, es una delicia que nunca pasa de moda y con la que siempre conquistaremos a todos.

El bizcocho de yogur nos trae recuerdos de infancia. Es un dulce casero que nos ha alegrado tantos momentos… En esta receta, le añadimos también un mango TROPS para sumarle jugosidad y sabor, una combinación irresistible.

Ingredientes

mango TROPS

3 huevos

1 vaso de yogur

3 vasos de harina

1 vaso de azúcar

1 sobre de levadura química

1 vaso de aceite de oliva virgen extra

Receta de bizcocho de mango y yogur

En el siguiente vídeo, se explica la receta paso a paso:

Precalentamos el horno a 180 ºC. Mientras, pelamos, troceamos y trituramos el mango y reservamos.

En un bol, batimos los huevos y el azúcar con un batidor de varillas hasta que hagan espuma. Añadimos un yogur y utilizamos el mismo vaso para agregar la misma medida de aceite de oliva virgen extra. Batimos otra vez.

Incorporamos el mango triturado y batimos de nuevo. Después, agregamos la harina junto con la levadura, poco a poco y removiendo en cada tanda, hasta conseguir una mezcla homogénea.

Engrasamos el molde para el horno con mantequilla o aceite, vertemos la mezcla dentro y horneamos durante unos 40 minutos. Dejamos atemperar el bizcocho, desmoldamos con cuidado y servimos.

Cómo conseguir un bizcocho ligero y esponjoso

Hacer un bizcocho es muy fácil, pero conseguir que suba bien y quede esponjoso tiene algunos trucos que es recomendable seguir para asegurarnos un resultado perfecto.

Preparando la masa

Antes de nada, pesa bien todos los ingredientes al inicio para confirmar que las cantidades son correctas. De igual modo, saca todo lo que necesites del frigorífico una hora antes para evitar que el yogur o la leche estén demasiado fríos, pues la levadura no podría actuar y el bizcocho no subiría adecuadamente.

Si la receta no indica lo contrario, utiliza huevos de tamaño M (unos 60 g). Cuando son demasiado grandes, el líquido que añadimos a la mezcla es excesivo.

Utiliza harina de trigo, a ser posible de repostería, que es más fina, y pásala por un tamizador para que quede más suelta.

Para elaborar un bizcocho esponjoso, la masa tiene que tener mucho aire. Esto se consigue batiendo muy bien los huevos junto con el azúcar con una batidora de varillas, ya que introducen más aire y ayudan a darle volumen a la masa.

Cuidado, tampoco hay que pasarse al batir, porque el bizcocho quedará muy seco. Cuando la mezcla adquiera un color más claro, en unos cinco minutos aproximadamente, podemos parar.

Después de batir el huevo, hay que añadir los siguientes ingredientes inmediatamente para evitar perder el aire que hemos conseguido. Es mejor incorporar la harina poco a poco, por tandas, y removiendo con suavidad, para que no queden grumos.

Una vez lista la masa, debe meterse al horno al momento, por lo que es recomendable tener el molde preparado y engrasado previamente, y el horno ya precalentado.

Procura que el molde no sea pequeño y que la masa tenga espacio suficiente. De lo contrario, el bizcocho se puede quemar en el exterior y quedar crudo en el interior.

En el horno

Mantén el horno a 180 ºC y coloca el molde sobre la bandeja o la rejilla en el centro. Si añades un recipiente con agua, le aportará humedad. Como cada horno es diferente, la temperatura ideal puede variar un poco. Por lo general, si el bizcocho sube primero por los lados, es que necesita más calor y, si sube rápidamente por el centro, menos.

Si nos pasamos con la temperatura y con el tiempo, es probable que el bizcocho se agriete por arriba.

Muy importante: no hay que abrir nunca el horno durante la primera media hora. Una vez pasado este tiempo, se puede abrir si vemos que se está dorando demasiado por arriba y cubrirlo con papel de plata para que no se queme.

Sabremos que el bizcocho está listo porque empezará a separarse del molde por los bordes, aunque podemos asegurarnos pinchándolo en el centro con la punta de un cuchillo. Si sale limpia, es que ya está hecho.

Después de sacarlo del horno, hay que dejarlo atemperar antes de desmoldarlo para evitar que se rompa. Y ya solo nos quedará ¡disfrutarlo!

Mejor con mango

Además de por su alto contenido en fibra y vitaminas, especialmente A y C, el mango TROPS mejora la receta tradicional de bizcocho gracias a su sabor dulce y afrutado, y a su textura, que le aporta humedad y jugosidad extra en cada bocado.

También podemos añadirlo a trocitos a la masa, antes de hornear, si nos gusta encontrar tropezones. En ese caso, hay que pasar los trocitos de fruta primero por harina, para evitar que se vayan al fondo.

Y, si nos apetece un desayuno o merienda especial, la mermelada casera de mango y naranja que preparamos en la receta de muffins de mango, será el complemento perfecto para nuestra porción de bizcocho. ¿Puede haber una forma mejor de acabar la tarde o empezar el día?

Imágenes| TROPSCharles Deluvio