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El cuscús se ha colado definitivamente en las cocinas de todo el mundo, tanto en su versión más tradicional con cordero y verduras, que hoy es Patrimonio Inmaterial de la Unesco, como en el tabulé, una ensalada de origen libanés que se ha convertido en la reina del mediterráneo.

En ella está inspirado este cuscús con mango, pepino y cacahuetes. Una versión llena de contrastes que añade un punto jugoso, dulce y crujiente gracias al mango TROPS y la textura de los cacahuetes.

Aunque se cree que los bereberes ya preparaban cuscús desde el año 238 a. C., una de las primeras referencias escritas sobre este plato se encontró en el siglo XIII en la zona que hoy conocemos como Andalucía. De allí, provienen también los mangos TROPS, que se producen en la comarca de la Axarquía, en Málaga, y en la Costa Tropical de Granada.

Recogidos en su punto óptimo de maduración, son los protagonistas de esta receta tan deliciosa como fácil de preparar.

Ingredientes

  • mango TROPS
  • 200 g de cuscús
  • 200 ml de agua
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 50 g de cacahuetes tostados pelados
  • El zumo de una lima (o limón)
  • 60 g de cebolleta
  • 100 g de pepino
  • Hierbabuena fresca
  • Sal

Cómo preparar el cuscús con mango, pepino y cacahuetes

En el siguiente vídeo se explica la receta paso a paso:

Ponemos el cuscús en un bol y añadimos agua hirviendo, removemos con un tenedor y dejamos reposar 5 minutos.

Mientras, pelamos troceamos el pepino, la cebolleta y el mango, y picamos el ajo. Una vez reposado, removemos el cuscús con un tenedor y lo condimentamos con el ajo, la sal y el aceite. Mezclamos bien.

A continuación, añadimos el mango, el pepino y la cebolleta, removemos de nuevo y, por último, incorporamos los cacahuetes y la hierbabuena fresca picada.

Mezclamos de nuevo los ingredientes y aliñamos con el zumo de la lima o el limón. Solo queda remover una última vez y listo.

Trucos para que el cuscús quede perfecto

El cuscús que compramos en el supermercado es de preparación rápida y está listo en cinco minutos, pero hay que tener en cuenta algunas pautas en su elaboración para que no acabe demasiado seco o apelmazado. Lo ideal es que quede suelto y esté bien hidratado, pero sin llegar a ser caldoso.

Hay que agregar el mismo volumen de cuscús que de agua- Por tanto, acertaremos seguro si utilizamos el mismo vaso o taza para añadir una unidad de agua y otra de cuscús.

Podemos hervir el agua en un cazo y verter sobre ella el cuscús o hacer la operación inversa. Es indiferente, pero en ambos casos hay que tapar el recipiente y esperar solo 5 minutos, sin pasarnos de tiempo.

Una vez ha reposado el cuscús, lo removemos con un tenedor para separar los granos. Si añadimos dos cucharadas de mantequilla, se soltarán mejor y luego se mezclarán más fácilmente con el resto de ingredientes.

Con esta base, ya podemos preparar las recetas que queramos, dejándolo enfriar o en caliente.

Tabulé, una ensalada milenaria que da mucho juego

El tabulé o tabbouleh se preparaba originalmente con bulgur. A diferencia del cuscús, este se obtiene de la sémola de trigo, procede de la cocción y el posterior secado de los granos de trigo enteros, partidos en trozos algo más grandes.

Hoy en día, todavía podemos encontrar tabulé de bulgur, pero se ha popularizado sobre todo la receta con cuscús, que suele incluir tomate, hierbabuena, perejil, aceitunas negras, pimiento verde o rojo y cebolleta.

En cualquier caso, con una base de cuscús podemos preparar muchas ensaladas diferentes al estilo tabulé, quitando o poniendo algunos elementos como el mango TROPS, que además de color y sabor también aporta vitaminas A, C y E, folatos, minerales como el potasio o el magnesio y fibra.

En la variedad está el gusto y también el asegurarnos una alimentación equilibrada y saludable.

Este cuscús es ideal como primero o acompañamiento, aunque lo convertiremos en plato único con solo añadir alguna proteína como queso feta, pollo asado troceado o gambas cocidas y peladas, que combinan a la perfección con el mango.

Podemos prepararlo con antelación y reservarlo para más tarde, o incluso llevarlo al trabajo. Lo único que hay que tener en cuenta es que el zumo de lima o limón es mejor añadirlo en el momento justo de comer, volviendo a mezclar todo, para que no pierda ese toque fresco y ligeramente ácido tan característico del tabulé.

Imágenes| TROPS | Karly Gomez | Einladung_zum_Essen