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¿Sabías que los polos nacieron del frío y la casualidad en pleno invierno? Hace unos 116 años, el pequeño estadounidense Frank Epperson se preparó un refresco casero mezclando polvos concentrados de frutas con agua, pero algo le distrajo y dejó olvidada su bebida sin terminar en la encimera de la cocina.

Esa noche heló tanto que al día siguiente se encontró su bebida convertida en un bloque de hielo con la cuchara incrustada. La sacó, la probó y el resto es historia, porque él mismo después de varias pruebas se dedicó a comercializar los primeros polos.

Por tanto, ¿quién dijo que los polos eran solo para el verano? Tienen la capacidad de alegrarnos cualquier día del año y a los niños les encantan, por lo que, si los preparamos caseros, resultan un formato ideal para que coman más fruta.

Estos polos hechos con mango TROPS y fresa no pueden ser más rápidos y sencillos de preparar. Además, seguro que los más peques de la casa están encantados de echar una mano en su elaboración.

Ingredientes

Receta de polos caseros de mango y fresa

En el siguiente vídeo encontrarás la receta paso a paso:

Pelamos y troceamos el mango y lo vertemos en una batidora de vaso o en un recipiente para usar con la batidora de mano.

Añadimos el agua, batimos bien y rellenamos hasta ¾ de los moldes para polos con el mango batido.

Cortamos las fresas a trocitos y las repartimos por los moldes.

Solo queda congelar al menos 10 horas. Pasado este tiempo, para desmoldar los polos con facilidad, bastará con ponerlos unos segundos bajo el grifo con agua templada.

Una versión cremosa y otra crujiente

Los polos caseros de mango y fresa pueden darnos mucho juego, introduciendo algunos pequeños cambios.

Si queremos un resultado más cremoso, podemos sustituir el agua por yogur griego o leche entera. También nos sirven bebidas vegetales de soja, arroz o avena, pero será necesario agregar azúcar, miel o dátiles triturados para evitar que se formen cristales de hielo, algo que el yogur y la leche entera ya consiguen por su proporción de grasa láctea.

Otra opción es, una vez nuestro polo ya está congelado y listo, darle un toque crujiente con chocolate y toppings.

Troceamos chocolate negro, lo introducimos en un recipiente resistente al calor y añadimos una cucharada de aceite de coco. Calentamos al baño maría hasta que se haya fundido, removiendo con suavidad con una lengüeta sin dejar que hierva.

Cuando ya se ha fundido, sacamos los polos del congelador y los ponemos boca abajo sobre el recipiente para, con la ayuda de la lengüeta o una cuchara, ir derramando el chocolate por encima.

Si queremos añadirles alguna cobertura más, podemos apoyarlos en una rejilla y espolvorearla por encima, o bien prepararla sobre un plato y pasar el polo, vuelta y vuelta, como si fuera un rebozado.

El chocolate se solidifica muy rápido por lo que es importante hacer este paso al momento, para que los toppings se agarren bien. Podemos comerlos tal cual o guardarlos de nuevo en el congelador, en un táper, separados por papel de horno.

Almendras, coco rallado, semillas de sésamo, nueces de macadamia, cereales… las opciones son infinitas para conseguir ese efecto crunchy tan irresistible.

Por qué es buena idea comer polos caseros en invierno

Al contrario de los polos industriales, que suelen llevar mucho azúcar, saborizantes artificiales y otros aditivos, en casa podemos elaborar polos muy saludables, con un gran aporte de nutrientes esenciales.

Los mangos de esta receta tienen un alto contenido en vitaminas A y C, y también en vitamina E, folatos y minerales como el potasio o el magnesio. Se trata de una combinación que ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico, algo que necesitamos mucho más en cuanto bajan las temperaturas.

Para aprovechar mejor todas sus propiedades, es recomendable escogerlos frescos y de cercanía. Los mangos disponibles en la tienda TROPS no maduran en cámaras refrigeradas ni tienen que hacer grandes viajes de miles de kilómetros, ya que se cultivan en en la comarca de la Axarquía, en Málaga, y en la Costa Tropical de Granada, y se recogen en su punto óptimo de maduración.

Además, al añadir trocitos de fresas u otras frutas como plátano o piña; incluso, como hemos comentado, leche o alguna cobertura, enriquecemos sus propiedades y su sabor y conseguimos meriendas o postres sanos y riquísimos que encantarán a todos en casa.

Las razones están claras, pero, pensándolo bien, ¿quién necesita motivos extra para disfrutar de un delicioso polo casero de mango y fresa?

Imágenes | TROPSshche_ team | Nature Zen